¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar? – Conversaciones a los 40
Érase una vez un viernes de enero. Cuatro parejas nos sentábamos a cenar en casa; los ocho, con suerte de tener trabajo en ese momento. Durante la cena, preparada por mí a última hora, la conversación tintineaba al ritmo de los platos. De aperitivo, Cataluña y Trump; de primero, la educación de los hijos y marujeos varios; pero con el segundo y el postre es cuando llega la chicha. Y es que, durante el comienzo del segundo plato es el…