Construye y Desarrolla | TU CARRERA PROFESIONAL

El blog para buscar trabajo

  • Foco
  • Networking
  • Prospección
  • CV/ Entrevista /Marca Personal
  • Hábitos y rutinas

Cómo trabajar desde dentro para proyectarte hacia fuera

Búsqueda de trabajo, CV/ Entrevista /Marca Personal, Desarrollo | 0
Cómo trabajar desde dentro para proyectarte hacia fuera

Cuando nos encontramos en un proceso de recolocación o de búsqueda de trabajo, interactuamos con infinidad de personas: entrevistas, cafés de networking, encuentros con headhunters, etc., donde,cada uno de nosotros nos comportamos de distintas maneras, como personas únicas e individuales que somos.

Pero, desde que trabajo ayudando a personas que se encuentran en un momento de transición laboral, hay algo que ha llamado especialmente mi atención: las circunstancias en las que normalmente tenemos un mayor nivel de éxito.

Observo que esto sucede, por ejemplo, en entrevistas para procesos que, de primeras, no nos generan un interés tan elevado como otros por algún motivo en concreto–por el tipo de proyecto, el salario, el sector o por la empresa en cuestión–, o cuando tenemos un encuentro de networking con alguien de quien tenemos bajas expectativas de poder llevarnos algo útil.

Hablo de éxito porque, aun cuando nuestras expectativas son bajas o nulas, a menudo el resultado es que superamos la entrevista. Avanzamos en el proceso –incluso se puede llegar a materializar en una oferta de trabajo–; obtenemos un buen feedback; la persona con quién tomamos un café resulta ser un gran contacto que hace que nuestra red se amplíe y, mucho más importante, nos sentimos satisfechos y tenemos esa sensación de haberlo hecho bien.

Y yo me pregunto, ¿por qué? Seguramente hay muchas razones y condicionantes que podrían explicar esto, pero pienso que hay un motivo fundamental: lo importante es desde dónde nos estamos mostrando en ese momento, en ese lugar y frente a esa persona. Esto marca una gran diferencia en el impacto que generamos y en cómo nos proyectamos en los diferentes niveles, tanto en el verbal como en el emocional o paraverbal.

¿Estoy siendo yo mismo o estoy siendo quién creo que quieres que sea?

En esta dualidad de enfoques hay una emoción primaria que toma el protagonismo: el miedo; y con él, toda una serie de pensamientos y comportamientos que lo acompañan y que condicionan la manera en la que nos mostramos al resto.

Desde mi perspectiva, el miedo nos lleva a una aproximación del tipo “necesito que me elijas” o “tú decides mi destino”. Desde aquí se despliegan toda una serie de comportamientos como el hecho de no mostrar cómo somos realmente, por miedo a no acertar con lo que el otro quiere, o no expresar nuestros intereses reales, entre muchos otros casos.

Por el contrario, hay situaciones en las que actuamos bajo la ausencia del miedo, en las que la aproximación es del tipo “quiero elegirte” o “yo decido mi destino”. Desde este punto, es desde donde nos permitimos expresar con libertad,  comunicar lo que nos gusta y lo que no nos gusta y demostrar quiénes somos realmente y cuáles son nuestras capacidades, sin pensar si estaremos acertando o fallando. Desde esta perspectiva, el pensamiento subyacente es: “si a ti no te gusta lo que ves y quien soy, entonces tú no eres una opción para mí”, y esto es muy poderoso.

Llegados a este punto, me permito recurrir a la autora y psicóloga social estadounidense, Amy Cuddy, quien en su libro “El poder de la presencia”, dice lo siguiente:

“La presencia es el estado de ser conscientes de nuestros verdaderos pensamientos, sentimientos, valores y potencial y ser capaces de expresarlos sintiéndonos a gusto.  La presencia aflora cuando nos sentimos poderosos por dentro, lo cual nos permite ser conscientes de nuestro yo más directo. Cuando nos sentimos presentes, nuestras palabras, expresiones faciales, posturas y movimientos están en armonía. Se sincronizan y centran. Y esta convergencia y armonía interior es patente y resonante porque es real. Es lo que nos hace ser convincentes. Ya no estamos luchando contra nosotros mismos sino siendo nosotros mismos.[…]”

Personalmente, lo comparto porque, sin duda, la presencia, la autenticidad, ser quien uno es y mostrarse desde la esencia es desde donde realmente podemos generar confianza, convicción, equilibrio y coherencia.

Es por ello que te invito a:

  • Conocerte: Tómate tu tiempo, bucea y profundiza en ti. A veces conviene recurrir al tsunami interno para luego recuperar el equilibrio que trae la calma.
  • Reconocerte: Cree en tu historia, en tus sentimientos, en tu intuición, en tus prioridades, en tus valores y en tus aptitudes.
  • Cambiar el foco: Focalízate en quién eres y no tanto en la impresión que quieres dar y confía en que, desde la convicción de saber cómo eres y qué quieres, no hay respuestas buenas o malas, pero sí mensajes que pueden transmitirse mejor.
  • Empoderarte: Identifica tus áreas de mejora para seguir creciendo, pero, también,potencia y céntrate en tus capacidades, en lo que has logrado y en tus fortalezas.

Para finalizar, me permito compartir una anécdota que cuento a muchas de las personas a las que acompaño en su búsqueda de nuevos retos profesionales. Hace un par de años, paseando por un mercadillo, me topé con tres láminas de las que me enamoré y que acabé comprando; cada una tenía un dibujo diferente con una de estas expresiones: “¿Alimentas los Monstruos?”, “¡¡¡Habla con los Monstruos!!!”, “¡¡¡Ama a los Monstruos!!!”.

Lo que me atrajo fue la imagen del monstruo, porque me permite visualizarlo de muchas formas: altos, bajos, de colores, divertidos, gruñones, pesados, peludos, casposos…y es que, sean como sean, todos tenemos monstruos.

Así que, junto a la lista anterior de acciones a llevar a cabo, es importante dedicar tiempo a reconocer tus monstruos, reflexionar sobre cómo los alimentas para mantenerlos vivos y activos, hablar con ellos y permitirte conocerlos e, incluso, mirarlos con cariño y compasión para después desprenderte de aquellos que te impiden expresar quién eres con total libertad.

Porque lo que sí que he aprendido es que primero hay que trabajar desde dentro, para llegar a transmitir hacia fuera. Ten por seguro que, solo así, podrás construir esa constelación particular que es solo tuya, tan única y auténtica, para después cuidar y trabajar de qué forma puedes ser más efectivo proyectándote para impactar en los demás.

Desarrolloenamorarimpactarnetworkingproyecciónser uno mismotransición laboral

About the Author

Avatar

Lukkap

View all posts by Lukkap →
Previous
Talento + preparación = éxito
Next
Tres falsos mitos sobre la búsqueda de empleo

Related Posts

  • Networking online: cómo gestionar tu red de contactos en tiempos de COVID-19

    Networking online: cómo gestionar tu red de contactos en tiempos de COVID-19

  • Cómo desarrollar tu marca personal con éxito

    Cómo desarrollar tu marca personal con éxito

  • ¿Cómo hacer seguimiento después de una entrevista de trabajo o encuentro de networking? Consejos y recomendaciones

    ¿Cómo hacer seguimiento después de una entrevista de trabajo o encuentro de networking? Consejos y recomendaciones

  • Cómo desarrollar tu carrera profesional a partir de los 50, si tus prioridades cambian

    Cómo desarrollar tu carrera profesional a partir de los 50, si tus prioridades cambian

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

TE PODEMOS AYUDAR EN EL PROCESO

Te recomendamos leer

  • 6 competencias que me hacen deseable

    6 competencias que me hacen deseable

Síguenos

  • Facebook
  • LinkedIn

Información de contacto

info@lukkap.com

Suscríbete

Asegúrate de estar informado y de recibir las últimas publicaciones


 

© LUKKAP 2011-2016 • Aviso legal