Hay personas que al hablar generan buenas sensaciones en los demás, trasladan aspectos positivos que todos valoramos y que nos gustan. Otras no lo consiguen.
Si voy más allá, a largo de mi actividad profesional conozco semana tras semana a decenas de profesionales nuevos. Si me paro a pensar sobre la primera vez que hablé con cada uno de ellos en algún caso sentí “uau, me encanta, quiero saber más” si bien en las mayoría de los casos su primer impacto / primera impresión fue correcta, pero nada sobresaliente. Esto es algo sobre lo que he estado pensando largo tiempo.
Cuando uno está en busca de un nuevo proyecto profesional es muy habitual que en muy diferente circunstancias alguien nos realice algunas preguntas como: ¿Cuéntame acerca de ti? ¿Cuál ha sido tu trayectoria? ¿Me haces un breve resumen de tu carrera profesional?
Ante estas preguntas no todos somos capaces de trasladar un mensaje sólido, bien estructurado, coherente y que genere confianza. De hecho ante estas preguntas hay personas que transmiten dudas, no “brillan” o trasladan ciertas incoherencias entre el pasado, el momento actual y sus intenciones de futuro. En ocasiones incluso hay personas que se “enrollan” o trasladan ideas o emociones que no les benefician.
Por el contrario, hay personas que ante esta pregunta son capaces de causar una magnífica primera impresión, de resultar tremendamente atractivas y generar “deseabilidad”. Quien lo logra consigue que su interlocutor quiera saber más y desee conocerle mejor, lo cual facilita tremendamente su posible labor de “venta personal”. Digamos que esto no te asegura nada pero sin lugar a dudas es una estupenda “tarjeta de presentación” y sobre todo puede convertirse en una estupendo recurso personal que puedo trabajar e ir mejorando con el tiempo.
Por mi actividad profesional he acompañado a muchos profesionales en la construcción de esta importante herramienta (“mi mensaje”) y siento que si logramos darle estructura y conseguimos que “fluya” tendremos mucho avanzado para lograr siempre una muy buena primera impresión. De hecho este mensaje correctamente estructurado lo podré emplear en diferentes situaciones y circunstancias. Podrá serme de utilidad en una entrevista, pero también si un ex-compañero, familiar o amigo me pregunta acerca de en qué estoy o qué es lo que quiero hacer. Además el tener un buen mensaje trabajado e interiorizado me ayudará a generar confianza y a ganar en autoconfianza, me permitirá generar sensaciones positivas y me ayudará a sentirme bien y tranquilo, a tener mayor seguridad y a comunicar mejor.
Por todo ello, si te encuentras buscando un nuevo trabajo te animo a que, tras analizar tu trayectoria profesional y haber definido tu proyecto, construyas un buen mensaje de presentación.
Los mejores mensajes de presentación que yo he podido ver respondía a esta simple estructura organizada en cuatro pasos:
- Breve introducción personal, la esencia de lo que tú eres
- Breve resumen de mi vida profesional, aquello que has hecho y has conseguido
- Situación actual, el momento en el que te encuentras
- Hacia dónde quiero ir y lo que quieres alcanzar
Y por favor, recuerda, si lo trabajas muy bien mejorarás exponencialmente tu impacto en un “cara a cara”
Para terminar por favor no olvides que cualquier persona de tu entorno puede ser un aliado tuyo en la búsqueda de un nuevo trabajo. De lo que digas y de cómo lo digas conseguirás generar ilusión o no, conseguirás que otras personas miren por ti o que no lo hagan, que quieran conocerte más o no, que hablen de ti a otras personas o que no lo hagan.
Todos tenemos un primer impacto bueno, malo o regular y todos podemos hacer muchas cosas para mejorarlo. Te aseguro que merece la pena intentarlo.