Pues si, posiblemente por mi actividad profesional esta frase la tengo bien presente prácticamente todas las semanas, ”buscar trabajo es un trabajo en si mismo”. Ahora bien, lo que tengo muy claro es que si somos capaces de organizar este trabajo, marcarnos pequeños hitos e ir adquiriendo ciertos hábitos los resultados son mucho mejores.
Muchas personas cuando inician la búsqueda de un nuevo trabajo se mueven con rapidez y con poco orden. Otras personas hacen justamente al contrario, no tienen claro cómo empezar y llegan a caer en la “parálisis”. Por mi experiencia acompañando a centenares de personas en la búsqueda de un nuevo empleo, para tener éxito siempre he creído necesario el trabajar diferentes ámbitos:
- Sentirme bien. Si no estoy bien física y emocionalmente difícilmente seré capaz de encontrar una nueva alternativa laboral. Y puedo hacer mucho para conseguirlo. Todos tenemos en mente pequeñas acciones / actividades que hacen que yo me haga sentir bien o no. Hay personas que el cine, el pasear con su pareja, el gimnasio o el relacionarse con personas tremendamente positivas les hace mucho bien. Si es así pensemos sobre ello y establezcamos una serie de rutinas en nuestra agenda semanal. Tu cuerpo y tu mente lo agradecerá. Y mucho.
- Tener claro qué ofrezco y quiero. Esto es algo que no siempre tenemos claro y que es conveniente el trabajar. En este blog hemos insistido mucho en este tema. En la medida en que yo sea capaz de aterrizarlo en actividades que pueda incluir en mis rutinas semanales lograré avanzar y progresar. ¿No se te ocurre ninguna? Piensa un poco en ello. Puedes poner por escrito los cargos, responsabilidades y funciones desempeñadas o aquello que te generaba felicidad (y lo que no) de tu último trabajo, puesto, jefe o empresa. También puedes preguntar a otros sobre tus debilidades y fortalezas o analizar 10 ofertas de trabajo y ver lo que te “acerca” y lo que “te aleja”. Si le dedicas algo de tiempo verás se te pueden ocurrir muchas ideas.
- Conocer el mercado. Si y sólo si dominamos “allá hacia dónde nos queremos dirigir” seremos capaces de incrementar exponencialmente nuestras posibilidades de éxito. Y me refiero a información referente a empresas, sectores, puestos o lugares “geográficos” en dónde yo quiero residir o trabajar. Aterrizar esto en rutinas es algo relativamente sencillo. Me vale desde leer la prensa económica / especializada, analizar portales de empleo, bases de datos o hasta quedar cada semana con 3 personas y pedir opinión sobre un tema concreto. Eso si, para dominar de verdad lo que pasa ahí fuera hay que dedicar muchas horas, ya sea para analizar información que tenemos a “dos clicks” o para compartir información cualitativa con las decenas de personas que tenemos a nuestro alcance. Hacer esto bien de verdad es un trabajo “intensivo en horas”. Organicemos bien nuestra agenda semanal y adquiramos sanas rutinas.
- Desarrollar nuevas habilidades. No basta con ser un buen profesional, me tienen que percibir como tal, ya sea en cualquier tipo de comunicación (oral o escrita) y sobre todo en un “cara a cara”. Y son habilidades que todos, con mayor o menor esfuerzo, podemos desarrollar. Para ello podremos pensar qué acciones podemos hacer semana a semana que nos ayuden a desarrollarnos y ser mejores en “el trabajo de buscar trabajo”. Seguramente actividades como practicar una entrevista de trabajo, grabar mi mensaje de presentación en video y revisarlo, analizar 5 buenos CV´s e incorporar mejoras en el tuyo, dedicar tiempo a mejorar en idiomas, etc. pueden ser buenas ideas que adecuadamente planificadas contribuyan a poner orden y cierta sistemática a mi actividad semanal.
Y por favor, piensa que la búsqueda de un nuevo empleo es un proceso a través del cual deberemos ir avanzando. Y si deseas progresar sin prisa pero sin pausa, yo creo es muy recomendable que:
- Te marques hitos intermedios e identifiques acciones que sean de utilidad para ti.
- Busques la manera de adquirir nuevos hábitos, nuevas rutinas.
- En la medida de lo posible emplees herramientas que te ayuden a poner tus compromisos por escrito, te permitan organizarte y aprender de lo vivido.
Para concretar, estructurar y darle forma a tu plan de acción siempre creo es muy recomendable que cada uno emplee aquellas herramientas con las que se sienta más cómodo. Tan útil puede ser una agenda electrónica como un buen lapicero y un buen papel. Lo importante es pararse a pensar, ordenar las ideas, marcarse unas rutinas y llevarlas a la práctica. Como siempre ocurre posiblemente esto último es lo más complicado (disciplina del día a día), pero creedme, aquellos que lo llevan a cabo (lo he visto con mis propios ojos) tienen mucho mejores resultados.
Desde aquí os invito a ello.