Muchas veces, cuando nos encontramos en un momento de transición profesional, en plena búsqueda de empleo, nuestra mayor frustración radica en la incertidumbre; hacemos entrevistas, pero no obtenemos respuestas. Ante esta solución solemos desesperarnos, perder la paciencia y quemarnos antes de tiempo, pero nos olvidamos de una parte muy importante durante el proceso: el seguimiento después de una entrevista de trabajo o encuentro de networking.
Habitualmente, cuando contamos con el acompañamiento profesional durante un proceso de transición laboral, sabemos qué pasos debemos dar para llegar a conseguir la deseada entrevista –hemos preparado en detalle nuestro CV, mensaje de presentación y las posibles preguntas que nos harán, entre otras cosas–, pero cuando pasamos el esperado momento de enfrentarnos al cara a cara, nos entran las prisas, los nervios y olvidamos todo lo aprendido. En este sentido, cobra especial relevancia la manera en que demos seguimiento a cualquier contacto profesional que hayamos tenido, ya que de él puede depender el éxito de nuestro proyecto.
En este momento deberíamos estar en constante contacto con colegas, reclutadores, headhunters y entrevistadores, pero no podemos desaparecer después del cara a cara. Independientemente del éxito o no de esa reunión, es bueno mantener el contacto porque, aunque en ese momento puede no haber nada para nosotros, hay opciones de que en el futuro pueda haberlo y, si hemos trabajado la relación correctamente, seremos la primera opción que les venga a la mente. Además, un correcto seguimiento puede ser la clave para abrirnos muchas puertas a las que, a priori, no hubiésemos podido llegar.
Pero es bastante normal que este –tan importante– punto se nos olvide. Así lo destacan los autores del libro “The 20 Minute Networking Meeting”, donde señalan que es habitual no volver a saber nada de un candidato tras una entrevista o reunión de networking. Y es que, el seguimiento tras este encuentro, puede ser diferencial y podemos aprovecharlo de muchas maneras. Así pues, podemos aprovechar este contacto para algo tan sencillo como agradecer el encuentro, hacer las preguntas que se nos hayan podido olvidar por los nervios del momento o, incluso, ofrecer nuestra ayuda para lo que pueda ser necesario.
Con esto no queremos decir que haya que ser insistente, sino constante. Si adquirimos el dar seguimiento a nuestras relaciones como un hábito, esto se convertirá en algo que de forma natural hagamos y que tendrá un impacto muy positivo en nuestro interlocutor. Eso sí, si lo hacemos de la forma adecuada, controlando los tiempos y sin ser invasivos.
Consejos para un correcto seguimiento después de una entrevista de trabajo
- Piensa en dar, no solo en recibir. Si durante la entrevista identificas intereses o puntos en común con el entrevistador, te servirá para, en contactos futuros, poder ofrecer tu ayuda, enviar información que pueda ser de su interés o, incluso, si habéis llegado a establecer una conexión personal, hacer referencia a la misma.
- En la propia entrevista, haz un cierre marcando el siguiente hito.
- Tras la entrevista, manda un mail de agradecimiento resaltando lo principal de lo hablado y recapitulando acerca de los siguientes pasos, dando pie a un posible segundo encuentro o manera de seguir en contacto.
- Aprovecha para plantear aquellas cuestiones que hayas podido olvidar en el momento.
- Respeta los tiempos. No puedes tardar dos semanas en volverte a poner en contacto, ya que no solo no estarás mostrando interés, sino todo lo contrario.
- Ya has abierto la puerta a futuros contactos. No te olvides de aprovechar la multicanalidad para tener varios impactos posteriores, alineado con intereses comunes.
Great post.
thanks!