Todos sabemos la dificultad que a veces supone conseguir una entrevista de trabajo y, por eso, cada vez debemos ser más conscientes y exigentes a la hora de prepararla. Es necesario dedicarle un tiempo para elegir y dominar las ideas que queremos trasladar. Sin embargo, aunque el contenido sea fundamental en esa preparación, lo que marcará la diferencia será, sin duda, la manera de trasladarlo.
No será suficiente el fondo –o contenido– si no nos diferenciamos en la forma –o esa manera de contar lo mismo, pero impactando realmente en la persona que tengo delante–. Y para ello, tan importante son las palabras y estructura que elegimos como la comunicación no verbal que, como algunos estudios demuestran, supone más de un 90% a la hora de transmitir la información.
Comunicación verbal: pónselo fácil a tu entrevistador
- Ten claro tu mensaje de presentación. Y, salvo que tengas menos de cinco años de experiencia, no caigas en el error de hacer un resumen minucioso de tu CV desde tu primera beca. El entrevistador solo quiere tener una visión general de quién eres, qué has hecho –área, sector y nivel de responsabilidad– y qué estás buscando –por qué estás ahí y cuál es tu motivación–.
- Argumenta tu discurso con ejemplos cuando hables, fundamentalmente, de tus fortalezas, áreas de mejora, retos, y proyectos pasados. El entrevistador entenderá con más facilidad cómo eres y qué puedes aportar en base a lo que ya has hecho en el pasado si haces referencia a esos ejemplos o situaciones concretas.
- Valora, en función de tu interlocutor, el uso de tecnicismos que solo tú o tu entorno de trabajo/sector podría conocer. Habla su mismo idioma. Lo peor que te puede pasar es que por no entenderte, no te asocien con el perfil que buscan.
Comunicación no verbal: cómo transmitir, convencer y diferenciarte
- Utiliza el contacto visual para conectar con tu entrevistador. Percibirá naturalidad, seguridad y honestidad. Además, si hubiera varios entrevistadores, no excluyas ese contacto a aquel que percibas más senior. No subestimes a ninguno de tus interlocutores.
- Adopta una postura y un tono de voz acorde a lo que estás contando. Mover las manos y enfatizar determinadas frases dará mayor naturalidad a tu discurso y evitará que tu entrevistador desconecte.
- Utiliza los silencios. Transmitirás seguridad si, una vez contestada una pregunta, no te resulta incómodo quedarte en silencio hasta que tu interlocutor vuelva a intervenir. De lo contrario, puede dar la sensación de inseguridad, además de arriesgarte a que tu entrevistador desconecte si te excedes demasiado en el tiempo que utilizas para responder.
Siguiendo estos seis puntos clave a tener en cuenta a la hora de comunicar en una entrevista de trabajo conseguirás conectar con el interlocutor y dar un paso más en el camino hacia tu nuevo objetivo profesional. Sé consciente de tus palabras, de tus gestos y, sobre todo, no olvides que todo comunica. Solo así conseguirás trasladar tu mensaje y tu propósito con impacto.